Enfermedades
más comunes
Bronquitis infecciosa
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Agente causal
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Esta enfermedad es causada por un
virus (coronavirus),
el cual afecta sólo a pollos y gallinas.
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Síntomas |
Se producen ruidos respiratorios típicos de la
enfermedad, tanto en aves jóvenes como en adultas, incluyendo
jadeos, estertores (debido a la mucosidad de la tráquea), tos,
secreción nasal y ojos llorosos. Basándose solamente en los síntomas
respiratorios, es difícil diferenciarla de la enfermedad de NewCastle. A diferencia con la enfermedad de NewCastle, la
bronquitis nunca presenta síntomas nerviosos y la mortalidad es
menor, la producción de huevo aunque también se afecta, nunca
baja hasta cero, la calidad del huevo se altera durante más
tiempo y las aves tardan más en normalizar la postura.
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Transmisión |
La enfermedad se transmite fácilmente por medio
del aire y cualquier otro medio mecánico. La bronquitis
generalmente afecta a todo un lote de aves en forma simultánea,
completando su curso respiratorio en 10-15 días.
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Tratamiento y
control |
No existe un tratamiento específico y
una vez que se presenta es difícil de controlar. Se puede
producir inmunidad rápidamente mediante la aplicación de la
vacuna. La vacuna de las cepas Connecticut o Massachusetts
atenuadas, solas o en combinación, pueden aplicarse desde el
primer día de nacidas.
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Cólera aviar
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Agente causal |
Es una enfermedad muy contagiosa de los pollos,
pavos y otras aves. Es causada por una bacteria llamada
Pasteurella multocida.
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Síntomas:
Puede presentarse en tres formas: |
En la forma aguda, el cólera aviar ataca todo el cuerpo,
afectando a gran cantidad de animales y causa una mortalidad
elevada. Gran cantidad de las aves dejan de comer y beber,
perdiendo peso en forma rápida; pudiendo presentarse diarrea de
color amarillo verdoso y una marcada caída en la producción de
huevos. Puede ocurrir parálisis debido a las inflamaciones de las
patas y dedos.
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En la forma sobreaguda, produce la muerte súbita de
animales aparentemente sanos. El ataque es tan rápido que el
mismo avicultor puede no notar que está ante un brote de la
enfermedad.
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En ocasiones puede adoptar la forma crónica, en la que la
enfermedad se localiza, provocando inflamaciones en la cara y
barbillas de las gallinas. Las barbillas pueden tomar un color
rojo vino y sentirse calientes al tacto. El cólera por lo general no se presenta en pollos jóvenes,
pero sí en los pavos.
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Transmisión |
Los desechos físicos de las aves enfermas
contaminan el alimento, agua y la cama, infectándose así los
otros animales sanos. También pueden infectarse cuando las aves
sanas picotean los cadáveres de animales que padecieron la
enfermedad. El brote se presenta entre los cuatro y nueve días
después de contraída la infección.
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Tratamiento y
control |
Para su tratamiento se ha recomendado el
uso de sulfas, como la sulfaquinoxalina. Otros productos como
enrofloxacina y fosfomicina se recomiendan para el tratamiento de
esta y otras enfermedades respiratorias.
Para controlar la enfermedad se recomienda eliminar pronto los
cadáveres, con el fin de no sean consumidos (canibalismo) por las
otras aves. Se debe hacer una limpieza y desinfección total de
las instalaciones y equipo. La aplicación de bacterinas es
aconsejable en la mayoría de las zonas donde exista un alto grado
de riesgo de que se presente un brote.
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Coriza infecciosa
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Agente causal |
Esta enfermedad es producida por una bacteria
llamada Haemophilus gallinarum.
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Síntomas |
Entre los primeros síntomas se presentan
estornudos, seguidos por una supuración maloliente e inflamación
de los ojos y senos nasales. Conforme avanza la enfermedad, el
exudado se vuelve caseoso (como queso) y se acumula en los ojos;
produciendo hinchazón y en muchos casos hasta la pérdida de los
ojos. El problema se puede acelerar o agravar cuando se presentan
cambios bruscos de las corrientes de aire, de temperatura,
humedad, o por la desparasitación y vacunación. Generalmente
disminuye el consumo de alimento y la producción de huevos.
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Transmisión |
La enfermedad se puede transmitir de un animal a
otro y de una parvada a otra por contacto directo, por medio de
las partículas de polvo que mueve el aire entre galerones o por
medio de las personas que cuidan de los animales.
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Tratamiento y
control |
El mejor control es mediante la prevención,
criando nuevos lotes de pollitas en galpones alejados de las aves
viejas o de aquellas sospechosas de ser portadoras de la
enfermedad. No existe un tratamiento específico, aunque se
recomienda el uso de antibióticos para evitar posibles
infecciones secundarias.
Se puede aplicar antibióticos como la estreptomicina por vía
intramuscular en una dosis única de 200 miligramos por polla o
gallina, o de 300 a 400 miligramos por gallo. La eritromicina en
el agua de bebida, en dosis de 0,5 g/galón (3,785 l) durante
siete días, o en el alimento a razón de 92,5 g por tonelada,
durante 7 a 14 días.
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Encefalomielitis aviar
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Agente causal |
La enfermedad es causada por un "enterovirus"
del grupo de los picornavirus. Generalmente afecta a aves entre la
primera y tercera semana de edad y a las adultas durante el período
de postura.
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Síntomas |
Los síntomas se presentan con más frecuencia en
animales jóvenes, al manifestar un caminar vacilante,
incoordinación y hasta parálisis parcial o total. A medida que
aumenta la incoordinación muscular, las aves tienden a sentarse
sobre los tarsos (talones), empeorando hasta que ya no puedan
caminar. Al manipular estas aves, se puede sentir los temblores rápidos
del cuerpo.
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Transmisión |
La encefalomielitis se transmite principalmente
por medio de los huevos de aves infectadas; aunque no se descarta
la posibilidad de propagarse en forma directa o por medio de las
heces.
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Tratamiento y
control |
No existe tratamiento curativo y se
recomienda el sacrificio de los animales jóvenes afectados. Los
reproductores vacunados después de las 10 semanas de edad
transmiten la inmunidad a la progenie por medio del huevo.
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Enfermedad respiratoria crónica (aerosaculitis)
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Agente
causal |
Es causada principalmente por Mycoplasma
gallisepticum, aunque también se ha encontrado Escherichia coli.
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Síntomas |
Los primeros síntomas se asemejan a los producidos
por las enfermedades de New Castle y bronquitis infecciosa, tales
como dificultad al respirar, mucosidad nasal y estertores de la tráquea.
Con frecuencia se encuentra un material blancuzco y espumoso en la
tráquea y sacos aéreos. En los casos avanzados de la enfermedad
se puede apreciar el hígado y corazón cubiertos por un exudado
de color blanco o amarillo. El curso de la enfermedad es lento.
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Transmisión |
La enfermedad se transmite por contacto directo,
de una ave a otra o por medio de las partículas de polvo que
lleva el viento de un galpón a otro. El problema principal es que
las gallinas pueden transmitir la enfermedad a sus hijos por medio
del huevo.
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Tratamiento |
Aunque el tratamiento con antibióticos específicos
da resultados satisfactorios, económicamente hablando, lo mejor
es su control mediante la eliminación de los animales enfermos.
Las pruebas serológicas permiten detectar las reproductoras
positivas a nivel de granja, con lo que se puede ofrecer aves
libres de esta enfermedad. Los huevos fértiles podrían tratarse
con antibióticos como el tartrato de tilosina, para eliminar los
microorganismos de M. gallisepticum.
El glutamato de eritromicina en concentraciones de 2 g/galón
de agua durante tres días ha reducido notablemente la infección.
El tartrato de tilosina se emplea con muy buenos resultados en
dosis de 0,5 g/l de agua, durante 2-3 días, dependiendo de la
infección.
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Gumboro o bursitis
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Agente causal |
Esta enfermedad es causada por un birnavirus, el
cual es muy resistente a las condiciones ambientales
desfavorables, por lo que se dificulta su erradicación de las
granjas infectadas.
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Síntomas |
Muchas veces, el primer síntoma de la enfermedad de
Gumboro o Bursitis es un ruido respiratorio. Otros síntomas que
se pueden apreciar son decaimiento, plumas erizadas, temblores,
diarreas acuosas y postración. Los brotes ocurren con más
frecuencia cuando las aves tienen de 3 a 8 semanas de edad. La
mortalidad por lo general no sobrepasa el 10% y en una segunda
infección del mismo lote, la mortalidad es aún menor. La Bolsa
de Fabricio (ubicada sobre la cloaca), se encontrará inflamada y
su tamaño puede ser dos o más veces su tamaño normal. En
animales sanos, la Bolsa de Fabricio es más pequeña que la vesícula.
En los casos crónicos, la bolsa será más pequeña (se atrofia),
por lo que la respuesta a la vacunación es menor, aumentando la
susceptibilidad a otras infecciones.
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Transmisión |
La enfermedad es muy contagiosa y se transmite
por contacto directo de las aves, de sus excrementos; o por medio
del equipo y ropa de los operarios.
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Tratamiento |
Todavía no se conoce un tratamiento adecuado. La
prevención, de las reproductoras y las aves jóvenes, mediante la
vacunación es el mejor control de la enfermedad. El método más
eficaz para controlar la enfermedad de Gumboro es la de inducir
una alta inmunidad a las madres, la cual es transmitida a sus
hijos por medio del huevo.
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Influenza aviar
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Agente causal |
Al igual que otros virus de la influenza aviar,
pertenecen a la familia Orthomyxovridae. Todos los virus de la
influenza que afectan a los animales domésticos son del grupo
"A". Los otros grupos "B" y "C"
afectan sólo al ser humano; sin embargo el tipo "A" es
el que origina generalmente las epidemias más importantes en el
hombre.
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Síntomas |
Las infecciones causadas por Influenza Aviar
Altamente Patógena (IAAP) dan como resultado una marcada depresión,
plumas erizadas, inapetencia, sed excesiva, caída en la producción
de huevo y diarrea acuosa. Esta última es de un color verde
brillante, modificándose a casi totalmente blanca.
Las aves adultas con frecuencia presentan inflamación de las
barbillas y crestas, además de edema alrededor de los ojos. A
menudo se encuentran las puntas de las crestas con un color cianótico
o morado. Los últimos huevos puestos después de iniciado el
brote, por lo general son sin cascarón. Los síntomas
respiratorios pueden o no ser un factor significativo de la
enfermedad, debido a la gravedad de la lesión en la tráquea y a
la acumulación de mucosidad. La mortalidad y morbilidad, de hasta
un 100%, puede presentarse durante las primeras 24 horas y
prolongarse hasta una semana o más; aunque algunos animales
gravemente afectados podría recuperarse.
Esta enfermedad puede confundirse fácilmente con New Castle o
con enfermedades agudas bacterianas como el cólera aviar.
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Transmisión |
Se cree que las aves acuáticas migratorias son
generalmente las responsables de introducir el virus en los pollos
y gallinas. Las investigaciones indican que el virus se extiende
de unas a otras por medio del movimiento de las aves infectadas,
equipo, cartones para huevo o camiones con alimento contaminado y
por medio del agua contaminada con secreciones y por vía aérea o
aerosol, cuando estornudan los animales infectados.
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Tratamiento y
control |
Las vacunas inactivas en aceite han
demostrado ser efectivas, tanto para reducir la mortalidad como
para prevenir la enfermedad.
El tratamiento con hidrocloruro de amantadina ha sido aprobado
para uso en humanos desde 1966 y es efectivo para atenuar la
severidad e incidencia de Influenza Aviar. Puede administrarse por
medio del agua de bebida.
No existe evidencia que justifique inquietud alguna de que los
virus aviares sean una amenaza para los humanos.
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Enfermedad de Marek
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Agente causal |
La enfermedad es causada por un virus herpes.
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Síntomas |
En pocas ocasiones ocurre que algunos animales
mueren sin presentar los síntomas característicos de la
enfermedad; sin embargo, en la mayoría de los casos la afección
se presenta en los nervios ciáticos, lo cual les produce cierto
grado de parálisis de las patas y alas. En casos avanzados se ve
a los animales caídos con una pata estirada hacia adelante y la
otra hacia atrás, y una de las alas caídas, como tratando de
apoyarse en ella. Como parte del complejo de leucosis, también se
puede observar tumores en el hígado, pulmones, riñones, ovarios,
ojos y en otros órganos.
Debido a la parálisis de las patas, los animales no pueden
movilizarse hasta los comederos y bebederos, por lo que
gradualmente pierden peso hasta que postradas en el suelo, mueren
por inanición. Los músculos de la pechuga se reducen casi por
completo, palpándose sin carne el hueso del esternón o quilla.
Los síntomas aparecen generalmente después de las 15 semanas de
edad; siendo la mortalidad superior al 50 % en lotes de aves no
vacunadas.
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Transmisión |
La transmisión del virus se lleva a cabo
principalmente por medio de las escamas que se desprenden de los
folículos (raíz) de las plumas, las cuales se transportan por el
viento. Estas escamas se adhieren a las partículas de polvo que
se acumula en las paredes y cedazo de los gallineros, donde puede
sobrevivir por más de un año en esas condiciones. De ahí la
importancia que tiene la sanidad en las instalaciones, por lo que
se debe sacudir los cedazos con frecuencia.
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Tratamiento y
control |
Hasta el día de hoy no se conoce ningún
tratamiento contra la Enfermedad de Marek. Su control se realiza
mediante la vacunación de todos los animales, por la vía subcutánea
en dosis de 0,2 ml, durante las primeras 24 horas de vida. Esta
vacuna protegerá a las aves durante toda su vida. La vacuna debe
ser aplicada a las aves recién nacidas antes de que salgan de la
planta de incubación.
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New Castle
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Agente causal |
La enfermedad de New Castle es producida por un
paramyxovirus. Aunque se conoce solo un serotipo del virus, se han
aislado diferentes cepas, que se clasifican de acuerdo a su
virulencia o la velocidad con que pueda matar al embrión. La cepa
"lentogénica" (La Sota) es la que tarda más tiempo en
matar el embrión, la "mesogénica" (B1 y Roakin) es la
cepa intermedia, y la "velogénica" (Kansas) la cepa más
patógena y que toma menos tiempo en matar el embrión.
Actualmente el país se encuentra libre de esta enfermedad y así
fue declarado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos
de América (USDA).
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Síntomas |
Los primeros síntomas son problemas respiratorios
con tos, jadeo, estertores de la tráquea y un piar ronco,
siguiendo luego los síntomas nerviosos característicos de esta
enfermedad; en que las aves colocan su cabeza entre las patas o
hacia atrás entre los hombros, moviendo la cabeza y cuello en círculos
y caminando hacia atrás.
La mortalidad puede ser mayor al 50 % en animales jóvenes, en
ponedoras, aunque no es tan alta, aparecen los síntomas
respiratorios y la producción de huevos baja a cero en uno o dos
días. La producción se recupera unas seis semanas después, pero
se encontrarán huevos con la cáscara delgada y deforme, y
algunos hasta sin la cáscara. En los animales afectados con New
Castle se puede observar a veces una diarrea verdosa que indica la
falta de ingestión de alimentos.
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Transmisión |
Esta enfermedad es muy contagiosa y se transmite
por medio de las descargas nasales y excremento de las aves
infectadas.
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Tratamiento y
control
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No existe ningún tratamiento efectivo
contra la enfermedad de New Castle. El único control se logra
mediante la vacunación, la cual se repite varias veces durante la
vida del animal. Se recomienda como norma general, la primera
vacunación a los cuatro días de nacidas con la Cepa B1 del tipo
suave, luego se continúa a las cuatro y doce semanas con la Cepa
La Sota. De aquí en adelante se vacunará cada tres meses con la
Cepa La Sota. Para facilidad de aplicación, cuando son lotes
grandes de aves, se recomienda hacerlo por medio del agua de
bebida, en cantidad suficiente como para que la puedan consumir en
unos 15-20 minutos. Como estabilizador, al agua se le debe agregar
leche descremada en polvo, a razón de una cucharada por galón.
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Viruela aviar
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Agente causal |
Es producida por el virus (Borreliota avium), el
cual se disemina muy lentamente. En nuestro medio rural se le
conoce como "bubas" y "pepilla".
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Síntomas: La viruela aviar se presenta en dos formas:
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La forma húmeda o diftérica, afecta las mucosas de la
garganta, boca y lengua, provocando la formación de úlceras o
falsas membranas amarillentas; y
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La forma cutánea o seca, que produce costras o granos en la
cresta, barbillas y cara.
A pesar de que la forma cutánea es la más frecuente; la forma
húmeda produce una mortalidad más inmediata. En brotes severos,
los animales se ponen tristes, dejan de comer y bajan de peso. Los
síntomas característicos de las pústulas o granos de la cara y
cresta así como los parches amarillos necróticos de la garganta
y boca son difíciles de confundir. Estos parches necróticos en
la boca, conocidos en nuestro país como pepilla, y los granos de
la cara no se deben de eliminar, pues al quitarlas dejan úlceras
sangrantes y se aumenta el contagio a otros animales sanos.
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Transmisión |
El virus se transmite por contacto directo, de un
animal a otro o por medio del alimento o agua de bebida. Los
zancudos u otros insectos que chupan sangre podrían ser
transmisores de esta enfermedad entre aves y galerones. Los
animales que han padecido la enfermedad y se recuperan, quedan
como portadores del virus, por lo que se recomienda eliminarlos o
al menos no mezclarlos con animales más jóvenes y sanos.
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Tratamiento y
control |
No existe ningún tratamiento efectivo,
aunque se recomienda el uso de antibióticos con el objetivo de
evitar infecciones secundarias. El uso de la vacuna es una práctica
común entre los avicultores, quienes lo hacen de rutina por su
bajo costo y facilidad de aplicación. Se recomienda revacunar
cuando algún animal aparezca con los síntomas descritos.
Para evitar brotes severos de la enfermedad, se debe vacunar de
inmediato a todos los animales que no muestren los síntomas
característicos; sin embargo, una vez que se manifieste alguno de
ellos, no es aconsejable vacunar, ya que una fuerte reacción a la
vacuna les podría ocasionar la muerte.
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Parásitos
Internos
Esta sección se refiere básicamente a los parásitos que
afectan el tracto digestivo. Algunos de estos consisten de una
sola célula, como los coccidios, que son protozoarios y no pueden
verse a simple vista.
Los parásitos internos causan pérdidas millonarias a la
avicultura en el mundo entero; sin embargo, muy pocos productores
tienen la costumbre de buscar la presencia de parásitos en forma
periódica, en el excremento de sus aves. La mayoría de estos parásitos
se observan a simple vista, especialmente la lombriz intestinal
grande, llamada ascaris (Ascaridia galli) y la tenia o lombriz
plana, conocida comúnmente como "solitaria". Existen
otras lombrices más pequeñas que a veces no se distinguen con
facilidad a simple vista, como la cecal (Heterakis gallinae) y la
capilar.
Como regla general se pueden desparasitar las aves a las ocho
semanas de edad y repetir a las 18 semanas con algún vermífugo
triple. Si se sospecha de la presencia de algún tipo de parásito
en las heces, lo más recomendable es enviar muestras al
laboratorio para ser analizadas y que ellos le recomienden el vermífugo
a utilizar.
Protozoarios
Coccidiosis
Es producida por un protozoario (animal de una célula) que
ataca el sistema digestivo; en especial el intestino delgado, los
ciegos y el intestino grueso. La coccidiosis es una enfermedad que
ataca tanto a los pollos como a los pavos y muchos otros animales.
Los coccidios son parásitos muy específicos en cuanto al huésped,
así la especie que afecta a las gallinas no afectará a los pavos
ni a otros animales.
Son tan específicos, que algunas especies de coccidios afectan
sólo una determinada área del tracto digestivo, como en el caso
de las aves de corral. Se conocen nueve especies diferentes de
coccidios, pero son cinco las que causan los mayores daños en la
avicultura mundial. Cada una de las especies afecta una porción
diferente del tracto: Eimeria acervulina (mitad superior del
intestino delgado), E. tenella (ciegos), E. necatrix (mitad media
del intestino delgado), E. maxima (mitad inferior del intestino
delgado) y E. brunetti (mitad inferior del intestino delgado,
recto y cloaca).
Estos organismos destruyen las células del tracto digestivo
que normalmente son las que absorben los alimentos. Las formas
agudas de la coccidiosis producen serios daños en los tejidos,
causando hemorragias y al final hasta la muerte.
Ciclo de vida
Los coccidios pasan por diferentes estadios de desarrollo que
empiezan y terminan en lo que se denomina ooquiste coccidial. Con
la presencia de factores como la humedad, oxígeno y la
temperatura adecuada, hacen que dentro del ooquiste se desarrollen
cuatro esporas que contienen dos esporozoitos cada una.
Cuando un ave ingiere un ooquiste
esporulado o maduro, los ocho esporozoitos salen del mismo e
invaden las células epiteliales de la pared intestinal. Una vez
dentro de la pared intestinal interna, los coccidios se dividen
repetidamente mediante un proceso de reproducción asexual,
produciendo grandes cantidades de cuerpos llamados merozoitos, los
cuales son los que producen mayor daño en las paredes internas
del intestino y ciegos.
Al salir los merozoitos de las
células del epitelio, rompen la pared celular, lo cual produce
una hemorragia. Esta hemorragia en uno de los síntomas
característicos de la coccidiosis, pues la sangre se puede
observar a simple vista en las heces.
Transmisión
La coccidiosis se transmite de un ave a otra por
medio del alimento y/o el agua de bebida contaminados o cualquier
otro material que contenga coccidios. Los ooquistes pueden ser
transportados de un lugar a otro por medios mecánicos, como el
equipo, trabajadores, animales domésticos u otras aves.
Los ooquistes pueden sobrevivir en suelos húmedos por períodos
de más de un año. En ocasiones, de un momento a otro, se
presentan brotes de coccidiosis en galeras donde se han
desarrollado otras aves por más de año y medio, sólo se
necesita que ocurran en forma simultánea condiciones de humedad y
altas temperaturas para que los ooquistes se vuelvan infecciosos.
Prevención
Prácticamente en todas las camas de los
gallineros se encuentran coccidios, por lo que es casi imposible
evitar que en cualquier momento se presente un brote. No obstante,
el grado de infección de coccidiosis se puede mantener bajo, si
se tiene una adecuada sanidad y especialmente, la cama seca. Por
esta razón se debe mantener en buen estado los bebederos,
evitando que se produzcan focos de humedad debajo de los mismos o
que se meta el agua de lluvia.
Con el uso de coccidiostatos en el alimento concentrado, se
logra producir una moderada infección, con lo cual las aves
adquieren inmunidad. La inmunidad a una especie no protege contra
las demás.
Tratamiento
En el comercio se pueden conseguir varios
coccidiostatos para administrar con el alimento concentrado, en
forma preventiva. Uno de los mejores productos para el tratamiento
de la coccidiosis es la sulfaquinoxalina, aunque en caso de no
poder conseguirla en el mercado, se puede utilizar la
sulfasuccidina o sulfametazina para uso humano. Estas se adquieren
en la mayoría de las farmacias.
Lombrices
Estas son los parásitos más grandes que afectan a las aves.
Las lombrices afectan el desarrollo y productividad de todas las
aves infestadas, aumentando por eso los costos de alimentación.
Además, cuando el ave se debilita por la infestación de las
lombrices, éstas son más susceptibles a ser atacadas por otros
organismos.
Ascaris
La lombriz grande, Ascaridia galli, es una de las más comunes
que afecta a las aves. Estas pueden medir entre cuatro y ocho cm
de longitud, redondas, de un cuerpo relativamente grueso y de
color blanco amarillento.
Cada hembra produce gran cantidad de huevos (unos 5.000 por día),
los cuales son expulsados, en forma inembrionada, junto con las
heces. Una vez fuera del ave, si existe buena humedad y altas
temperaturas, se vuelven infecciosos en un período de unos diez días.
En ésta última forma, cuando son ingeridos por otra ave, pueden
desarrollarse nuevamente hasta llegar al estado de lombriz adulta.
Las lombrices adultas se pueden observar a simple vista en la
excreta de las aves.
Tratamiento
El uso de piperazina es el más indicado para
eliminar el ascaris.
Cecales
La lombriz cecal, Heterakis gallinae, es idéntica al ascaris,
en su presentación y su ciclo de vida; excepto por su tamaño, la
cual puede medir unos 12 mm.
Las lombrices adultas pueden observarse con facilidad en los
"ciegos" de las aves infestadas.
Tratamiento
Al igual que el ascaris, la piperazina es el
producto a usar para el control de la lombriz cecal.
Tenias
También llamadas lombrices planas o "solitarias",
por su aspecto chato; son segmentados y de color blanco, con
aspecto de una cinta. Existen más de diez especies de tenias,
aunque sólo unas seis o siete especies son las que afectan a los
pollos. La mayoría son bastante grandes y miden hasta 15 cm, pero
algunas de las pequeñas podrían pasar inadvertidas.
Este parásito se adhiere a la mucosa del intestino mediante
unas ventosas que posee en la cabeza. Los segmentos, cada uno de
los cuales tiene los órganos sexuales masculinos y femeninos se
forman detrás de la cabeza; los cuales se desprenden cuando
llegan al extremo posterior del cuerpo; en esta etapa están
llenos de huevos.
Una vez fuera del cuerpo del huésped no infectan al ave, éstos
deben ser ingeridos por un huésped intermedio como los caracoles,
babosas, etc., para los cuales si son infecciosos. El tipo de huésped
intermedio depende de la especie de tenia. El ave luego ingiere al
huésped intermedio y ahí es cuando vuelve a infestarse.
Tratamiento
Se recomienda el uso de vermífugos triple para la
eliminación de las tenias, el cual también elimina las otras
lombrices redondas.
Externos
Los parásitos que afectan externamente el cuerpo de las aves
se alimentan principalmente de células muertas de la piel y
plumas (como los piojos) o bien extraen la sangre o jugo de los
tejidos (linfa), como los ácaros, garrapatas, pulgas, chinches
mosquitos, etc.
Piojos
Son los parásitos más comunes en las aves. Éstos son ácaros
de un color amarillo-parduzco, los cuales se pueden ver al
examinar la piel y plumas del ave. Entre las cuarenta o más
especies de piojos que afectan a las aves, el más grande mide
unos 2,5 mm. Los piojos pasan toda su vida sobre las aves y sus
huevos o "liendres" se adhieren a las plumas en forma de
racimos. Su ciclo vital se completa en dos o tres semanas, desde
el estado de huevo al de adulto. Los piojos más comunes son los
que afectan la cabeza, el del cuerpo, el de la cánula de la pluma
y el del ala.
Tratamiento
Si encuentra liendres o piojos adultos, se debe
atomizar todos los animales con malatión, a razón de 3-4 ml por
litro de agua. La aplicación deberá realizarse con preferencia
en horas de la noche y con un mínimo de luz, cuando los animales
estén en reposo o más tranquilos. Se recomienda entrar al galpón
con cuidado y comenzar la aplicación muy despacio, con el fin de
no asustarlas con el ruido de la bomba aspersora.
Garrrapatas
La garrapata, pariente mayor de los ácaros, no es un problema
común en las aves, aunque a veces se presenta en climas cálidos
y secos. Por la sangre que chupan, causan anemia y reducen la
producción, además de ser portadoras de varias enfermedades
infecciosas. Su control se realiza también con malatión.
Otros Acaros
Los ácaros son muy pequeños y apenas visibles a simple vista.
Existen varias especies y en su mayoría succionan sangre,
provocando anemia y malestar al huésped.
Los ácaros "rojos" o de "las perchas" son
los más comunes, y pasan la mayor parte del tiempo fuera del ave.
Los síntomas que provocan son anemia, baja producción de huevos
y que las aves rehuyan poner en los nidales.
Los ácaros de las plumas viven casi continuamente sobre el
ave. Igual que los ácaros rojos, éstos también succionan
sangre. Se pueden detectar observando la piel de las aves, que
suele tener un aspecto sucio. Esta especie ataca al ave cerca de
la base de las plumas, causando irritación al hacer su
madriguera; esto a su vez incita al ave a arrancarse las plumas.
El ácaro de la "pata escamosa" hace su madriguera en
las zancas y piel (cresta y barbillones), produciendo escamas o
costras. Se recomienda desechar las aves severamente afectadas.
Tratamiento
El tratamiento es similar al de los piojos, es
decir se atomizan las aves con malatión, de 3-4 ml por litro de
agua, pudiendo repetir si fuera necesario.
Ing. Ernesto Romero
Agrobit.com